Política

Diplomáticos y embajadores de tecnología

En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, los países están reconociendo la necesidad de contar con diplomáticos especializados en asuntos tecnológicos.

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ILLUSTRATION: ELENA LACEY; GETTY IMAGES

Señal de Wired.

En 2017, Dinamarca se convirtió en pionero al nombrar a Casper Klynge como el primer embajador tecnológico del mundo. Desde entonces, varios países han seguido su ejemplo, comprendiendo el papel crucial que desempeñan las grandes tecnologías en la geopolítica global.

El nombramiento de un embajador tecnológico demuestra una nueva forma de abordar las relaciones internacionales y la diplomacia en el siglo XXI. Estos diplomáticos se encargan de fomentar el diálogo y la colaboración en torno a cuestiones tecnológicas, así como de representar los intereses de sus países en el ámbito de la tecnología.

Dinamarca, al ser el precursor de esta iniciativa, vio en las grandes tecnologías una fuerza geopolítica con un impacto significativo en la economía, la política y la sociedad. Al nombrar a un embajador tecnológico, el país buscó fortalecer sus lazos y su influencia en el ámbito tecnológico a nivel mundial.

El nombramiento de embajadores tecnológicos es una muestra clara de la creciente importancia de la tecnología en las relaciones internacionales.

Desde entonces, al menos una docena de países más han seguido el ejemplo de Dinamarca y han designado a sus propios embajadores tecnológicos. Estos diplomáticos trabajan para promover la cooperación internacional en temas como ciberseguridad, gobernanza de datos, inteligencia artificial y comercio digital.

La designación de embajadores tecnológicos refleja el reconocimiento de que la tecnología ha adquirido una relevancia geopolítica sin precedentes. Las grandes tecnologías, como las empresas de Silicon Valley, tienen un impacto masivo en la economía global y en la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. Por lo tanto, es fundamental que los países estén representados y sean capaces de influir en la toma de decisiones y en la regulación de estos asuntos.

Estos embajadores tecnológicos no solo actúan como representantes de sus países en foros internacionales, sino que también desempeñan un papel activo en la promoción de los valores y principios que cada país defiende en el ámbito tecnológico. Además, facilitan la colaboración y la construcción de alianzas con otros países y actores relevantes en la escena tecnológica mundial.

El nombramiento de embajadores tecnológicos es una muestra clara de la creciente importancia de la tecnología en las relaciones internacionales. Estos diplomáticos especializados desempeñan un papel crucial en la promoción de la cooperación y la gobernanza responsable en el ámbito tecnológico. A medida que más países adopten esta práctica, se espera que la diplomacia tecnológica se consolide como una disciplina fundamental en el escenario internacional.

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