Valores
¿Quieres cambiar el mundo? Empieza por cambiar tus palabras
Las palabras tienen poder; pueden dar forma de manera significativa a las personas, la cultura y el comportamiento.
Sin embargo, aunque cada vez somos más conscientes de que vivimos y trabajamos en un mundo de recursos naturales finitos, el lenguaje que usamos en los negocios no nos ayuda a lograr un cambio impactante. De hecho, las palabras que usamos todos los días nos impiden crear un futuro regenerativo, uno que respete y restaure los sistemas ecológicos de los que todos dependemos para sobrevivir.
Nada de esto es más evidente que en el discurso en torno a la sostenibilidad. A pesar de estar en uso desde 1987, el concepto de sostenibilidad, con su objetivo de mantener el statu quo en lugar de revertir el daño que hemos causado, claramente no nos ayuda a avanzar.
El lenguaje que usamos no solo está obsoleto, nos frena
Considera el lenguaje típico que usamos para hablar sobre el éxito empresarial, las metas y las visiones. Sin duda has escuchado frases como «derecho a ganar», «penetración de mercado», «territorio propio», «campaña dirigida», «capturar valor», «demanda», «dominar el mercado» y «ventaja del primer movimiento». Probablemente has usado algunas de ellas tú mismo. Pero ¿consideras las suposiciones que sustentan este lenguaje y si todavía son relevantes, útiles y constructivas para nuestro trabajo hoy en día?
Todas estas frases se basan en ideas de ganar y poseer, impregnadas de referencias militares, colonialismo y competencia. Es una narrativa agresiva que sugiere que, para que tú tengas éxito, alguien más tiene que perder. Hay poco espacio para la colaboración, la alianza o el éxito mutuo en este discurso.
Imagina un lenguaje empresarial que abandone las metáforas de guerra y conquista, y en su lugar adopte metáforas de conexión y cuidado.
Sin embargo, no es solo la naturaleza de ganar o perder del léxico empresarial lo que causa problemas. La propia definición de lo que consideramos éxito empresarial y cómo se logra podría necesitar reflexión. El lenguaje aquí se refiere a la acumulación progresiva, siempre esforzándose hacia arriba y buscando una mayor y mejor participación de la eficiencia.
En este lenguaje, «más grande» es la definición de mejor, cualquier otra cosa es peor y encogerse ciertamente es un fracaso. Las medidas financieras de venta y beneficio ya no se conectan con las necesidades, sino más bien con la capacidad de estimular el deseo. Es una narrativa que no puede decirnos cuándo tenemos suficiente.
Continuamos usando una definición de éxito vinculada al crecimiento infinito; un lenguaje completo que refuerza la forma de pensar que ha llevado a la actual crisis climática, no el tipo de liderazgo que nos sacará de ella. Si queremos describir un mundo mejor y fomentar los comportamientos asociados, este lenguaje debe cambiar.
Los líderes empresariales tienen la responsabilidad de liderar este cambio de lenguaje y promover una nueva forma de comunicación que impulse la acción sostenible y regenerativa.
Es hora de adoptar un nuevo lenguaje empresarial que refleje una mentalidad regenerativa, una mentalidad que reconozca la interdependencia entre los seres humanos y el entorno natural. En lugar de enfocarnos en ganar y poseer, debemos centrarnos en la colaboración y la creación conjunta de valor. En lugar de perseguir un crecimiento desenfrenado, debemos buscar la prosperidad compartida y el bienestar sostenible.
Imagina un lenguaje empresarial que abandone las metáforas de guerra y conquista, y en su lugar adopte metáforas de conexión y cuidado. En lugar de hablar de dominar el mercado, hablemos de construir relaciones sólidas con los clientes. En lugar de hablar de capturar valor, hablemos de generar valor de manera responsable y equitativa para todas las partes interesadas. En lugar de hablar de ventaja del primer movimiento, hablemos de liderazgo basado en la innovación y la colaboración.
El cambio de lenguaje no es solo un ejercicio de palabras. Es un cambio de mentalidad y una invitación a adoptar una visión más amplia y sostenible de los negocios. Al cambiar nuestras palabras, podemos cambiar nuestra forma de pensar y, en última instancia, cambiar nuestras acciones.
Los líderes empresariales tienen la responsabilidad de liderar este cambio de lenguaje y promover una nueva forma de comunicación que impulse la acción sostenible y regenerativa. Al hacerlo, pueden inspirar a otros a unirse a ellos en la búsqueda de un mundo mejor y más equitativo.
Entonces, si quieres cambiar el mundo, comienza por cambiar tus palabras. Utiliza un lenguaje que fomente la colaboración, la sostenibilidad y la regeneración. Adopta un lenguaje que refleje tus valores y tus aspiraciones para un futuro mejor. Recuerda, las palabras tienen poder, y al cambiar nuestras palabras, podemos comenzar a cambiar el mundo.